Lo
tengo que admitir: ya no puedo más.
Estoy cansada, la vida cansa y es hora de no engañarnos. Es nuestra pequeña
maratón y nos pasaremos la carrera cuestionándonos porqué corremos. Y tú, ¿tú
lo sabes?. Yo desde luego solo sé que corremos muchas veces en desesperación. A
veces incluso acabamos abrazando a personas, que resultan desconocidas si nos
paramos a analizar bien la situación, con tal de no abrazar una vez más la
cuchilla. Así entramos muchas veces en bucle hasta que o desconfías de todos o
acabas abrazando a la persona adecuada. Yo desde luego ya no conozco mucho la diferencia
de los puntos. Acabo abrazando a personas que son unas cuchillas emocionales.
Entonces siendo así, debería dejar las físicas puesto a que ya tengo el corte
dentro. Los que de verdad están sintiendo eso saben que solo vemos la herida
cuando la tenemos delante, solo podemos entenderlo con la primera gota de
sangre.
Pues
yo llegué hasta aquí, se acabó. Me cansé de ver correr esa gota de sangre sin
saber cuándo vendrá la última, porque para mí ya ha llegado, este es el fin. No
más sangre en ríos de desesperación. Que mi único dolor cuando sufra solo caiga
por mis ojos, porque sería estúpido pensar que no volveremos a sufrir, el
sufrimiento nos devuelve tantas veces a la realidad y otras tantas a esa
realidad tan oscura y sola que tenemos en nuestras mentes.
No
veo necesario que ocurra esto a diario como sucede, ahora mismo mientras estás
leyendo estás palabras habrá alguien que las esté sufriendo y en tantísimos
casos esa persona es cercana a ti. Tú no la ves pero ella está pidiendo a
gritos ayuda, tiéndele la mano y un buen paquete de pañuelos porque le hará
mucha falta, pero sobre todo que la sujetes sin hacer daño. Es una muñeca de
porcelana y aunque esto tú tampoco lo veas, está en pedazos. Jamás volvería a
ser ella si una astilla se le perdiera, así que cuida cada rincón más pequeño
de su mente, porque ahí se encuentra todo, ahí nacen ideas y muchas no llegan a
morir. Que jamás le falten mimos y cariño, pero con cuidado, no la ahogues en
ellos. Ayuda a que sea fuerte, libre y con atención, no la vuelvas dependiente
de ti, porque aunque puede que te gustaría no puedes asegurar estar al 100%
siempre o simplemente estar.
Yo
voy a explotar, voy a reventar esa realidad de mierda que me he montado y voy a
ver la que tenemos, que es cierto que no es una odisea, pero es real y eso es
lo que más importa. Me voy a quedar aquí con mi mundo, que venga quien quiera, pero
que no vengan a buscarme de mi realidad interior, porque no quiero volver. Que
las lesiones me las produzca la torpeza en la vida y no la carta de doble filo,
que me dice la cuchilla que es volverte a tener.